Me he dado cuenta de que la primera entrada de este blog fué para celebrar la comunión de mi sobrino pequeño.
Al recordarlo, he sentido una sensación rara en el estómago.
Pienso en todo lo que ha sucedido durante estos años con la familia de mi mujer, y acude una y otra vez una pregunta a mí: ¿Cómo hubieramos podido evitar todo esto?
Si le hubiera intentado parar los pies a mi cuñada hace años, igual no habríamos llegado a este extremo.
A lo mejor si su marido no la hubiera permitido hacer lo que le diera la gana y hubiese tenido un trabajo y una posibilidad de tomar decisiones no habría pasado esto.
Si mis suegros la hubieran dicho NO y no le hubieran dicho que si a todo. Si hubieran defendido a mi mujer y no hubieran aceptado ser sus criados, sus niñeras, sus fiadores....
¿Qué tendríamos que haber hecho todas las personas que hemos convivido con ella estos 25 años?.
Luego respiro y siento profundamente dos cosas:
Que mi mujer y yo no somos responsables de esta historia.
Que ojala les vaya bien y se recuperen del pozo en el que han caido todos ellos, mi cuñada , mi cuñado, mis sobrinos.
Ojala tengan una oportunidad de conocer la vida sin odio, sin envidia, sin soberbia....sin tantas cosas.
Recuperar su casa perdida probablemente sea lo menos importante a recuperar en sus vidas.
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